Las zonas más eróticas del cuerpo

El sexo es parte primordial de una relación de pareja, aunque ya hace tiempo descubrimos que no es el todo, igual debemos haber descubierto que una estupenda relación de pareja con una mala química sexual, está condenada en alguna medida al fracaso. Las zonas más eróticas del cuerpo, son esas partes de nuestra anatomía y la de él, a las que debemos prestar especial atención a manera de lograr el disfrute personal y el de tu pareja. El sexo es como todo en una relación, hay que ocuparse de ello, porque aunque el sexo más divertido es el que brota espontáneamente, también es cierto que hasta ese puede resultar monótono o poco gratificante sino logra todo ese placer que alguien espera de ese rato de intimidad.

Las zonas más eróticas del cuerpo, casi que vienen siendo totalmente distintas en uno y el otro, y la importancia de explorar las sensaciones que el contacto con ellas provoca, y que ayuda y mucho en la relación sexual, es tan importante como satisfacer a tu pareja, como conocerte a ti misma y estar consciente de qué es lo que te agrada y te causa más satisfacción, para que ambos puedan complacerse el uno al otro con el conocimiento de esas zonas especiales a donde el placer anida.

Zonas más eróticas de la mujer: Clítoris, labios y lengua, cara, orejas, dedos de los pies, cráneo, nuca, pezones, los puntos G y U. Para algunos explorar el punto U viene siendo como descubrir la pérdida Atlántida, y no es más que la zona que se extiende frente a la vagina y se estimula frotando el interior de la pared vaginal, es una zona como el punto G cargada de terminaciones nerviosas que pueden provocar prolongado placer.

Zonas más eróticas en el hombre: ojos (a ellos les excita lo que ven), el pene, pezones, labios y lengua, plantas de los pies, parte de atrás de las rodillas, axilas, palma de las manos, las manos, el ano y el punto G masculino. Y si algunos de ellos ignoran el punto U femenino muchas de ellas están totalmente ignorantes del punto G masculino que viene siendo el área conocida como la próstata, algunas se mostrarán evasivas de explorar el asunto pero igual que el Punto G femenino puede convertirse en una descarga de sensaciones incontrolables sucede con el Punto G masculino.